miércoles, 12 de noviembre de 2014

Un paseo para recordar: reflexión

María Fernández López-Acevedo 1.1 bachiller
Landon tiene todo lo que aparentemente cualquier adolescente querría tener: popularidad, aceptación y un estatus incuestionable. Pero en el fondo está perdido y su vida no sigue rumbo alguno: no es capaz de hacer nada por sí mismo, todo el tiempo está centrado en matener impecable esa imagen que los demás tienen de él, sin ser él mismo realmente.
Por otra parte, Jamie es una chica discreta, sincera y consciente de quién es. Hija de un reverendo, tiene una fe inquebrantable en Dios, le gusta la astronomía y tiene unos objetivos muy claros acerca de lo que quiere en la vida.
Ambos han ido a clase juntos desde niños, pero no tardan en darse cuenta de que en verdad no sabían nada el uno del otro. Poco a poco se van conociendo mejor hasta que llegan a enamorarse. Landon se da cuenta de la gran persona que es Jamie y su actitud cambia radicalmente, mientras que ella cree haber visto algo bueno dentro de aquel chico arrogante y egoísta. Gracias a ella, Landon aprende a perdonar, a amar y a encontrar un sentido a su vida. Se reconcilia con su padre, con quien no quería tener trato alguno, y trata desesperadamente de conseguir la confianza del padre de Jamie, quien no aprueba del todo su relación debido a la mala impresión que tiene de él.
Por primera vez en su vida conoce el verdadero significado del amor y también de la amistad, percatándose de que aquellas personas que él consideraba amigos tenían una relación con él meramente superficial. Más tarde se reconcilia también con ellos, que no habían sabido entender que lo suyo con Jamie era algo auténtico que le había hecho cambiar.
Pero pronto Jamie decide ser justa con Landon y confesarle su enfermedad, con la intención de evitarle el sufrimiento que conllevaría su muerte, pero Landon está decidido a permanecer junto a ella hasta el fin de sus días. Finalmente se casan y tiempo después Jamie muere, habiendo salvado la vida de Landon en todos los sentidos, enderezando la dirección de su camino y enseñándole valores hasta entonces desconocidos para él, como el perdón, la sinceridad, la fe y el amor.
También le enseñó a encontrarse a sí mismo y a dejar a un lado las opiniones de los demás, ya que Jamie era la única persona con la que Landon sentía que podía ser él mismo.
Jamie cambió para siempre su vida, le dio un sentido y le llevó a estar en paz consigo mismo y con los demás, y eso es algo que él nunca olvidará.